Anoche soñé
con don Carlos Sarmiento Lora. Estaba parado frente a mí, sonriendo y
mirándome, mientras me decía: “¡Lo lograste!”.
Él jamás dudó
en traer jugadores que hicieran grande al Deportivo Cali. Le gustaba el juego
de los peruanos, entonces, enviaba a Libardo Rivera, su mejor amigo, a adquirir
sus servicios. Lo hacía de su propio bolsillo.
Estábamos en
el estadio y él emocionado comentaba acertadamente cada jugada. Me indicaba el
nombre de los jugadores y las reglas del juego. Yo atenta, inquieta y
preguntona, pasaba una tarde mágica junto a él.
Gracias a don
Carlos Sarmiento, aprendí a amar al Deportivo Cali. Fue mi inspiración, mi
guía, mi maestro.

Don Carlos
Sarmiento, muchas veces evitó la desaparición del Deportivo Cali y le devolvió
la gloria al equipo. Eso y mucho más aprendí de él. Por eso, adoptando lo que
Carlos Sarmiento hubiera hecho en estos momentos, he decidido donarle mil
ochocientos millones de pesos a la Institución, sin remordimientos, tal como lo
hubiera hecho él.
El sueño
termina con su imagen algo desvanecida, diciéndome: “¡Aprendiste chiquita!”.
María Clara
Naranjo Palau
Gracias por la donación doctora, y por evitar con prudencia los embates de los enemigos internos. La verdadera hinchada verde está con usted y reconoce sus esfuerzos. El mismo corazón caleño que lleva en su pecho lo llevamos nosotros.
ResponderEliminar